'Te quiero' y otras dudas

Hace poco me preguntaron: “¿por qué no dices te quiero?” !Mierda, me han pillado!, pensé yo, aunque tarde o temprano alguien iba a darse cuenta. Lo peor es que tenía que explicarme e intentar ordenar lo que pasa por mi cabeza, algo que ni yo entiendo. El tema es que no lo digo porque, siendo sincera, no sé si lo siento. O sea, sí, tengo cariño, aprecio, cercanía, a veces incluso dependencia afectiva, pero ¿eso es querer? Es que las veces que lo he dicho me ha sonado vacío, como si repitiese un diálogo aprendido. No era mentira, pero tampoco verdad. Un gris más en mi colección de grises.
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Heridas sin cerrar

No sé si lo que dije ayer sirvió de algo.
Ni siquiera sé si llegué a decirlo.
Tal vez sólo lo pensé muy fuerte.
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Carta de despedida

Hoy me han pedido que me despida de ti.
Que te dedique unas últimas palabras,
que ponga fin a este capítulo,
para poder seguir avanzando.
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Sin nombre ni apellidos

 Si estás leyendo esto, significa que he encontrado el valor para mandártelo.
Californication.


No me resulta fácil confiar en alguien porque en el pasado acabe con la espalda acuchillada. No me siento a salvo con nadie por lo que las palabras no suelen fluir. También es verdad que lo de las palabras nunca fue mi fuerte, no se me da bien explicarme y mucho menos cuando trato de decir algo que ni yo entiendo. Pero es que es así, ni yo misma me entiendo.
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Más que yo

Serás mi memoria.
Guardarás las líneas -mínimo cuatro-
que intentarán deshacer el garabato que soy.
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Cuaderno de trinchera

Cuaderno de trinchera 
como modo de supervivencia 
en esta guerra intramuros.
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