Heridas sin cerrar
No sé si lo que dije ayer sirvió de algo.
Ni siquiera sé si llegué a decirlo.
Tal vez sólo lo pensé muy fuerte.
Me quedé pensando en ese abrazo,
en esa primera vez que nunca tuvimos.
Nos quedamos a medias,
atrapadas en ese instante
donde el adiós debería haber sido claro,
pero se vio empañado por lo que no supimos resolver,
por las heridas que nunca cerraron.
Desdibujamos los límites de la verdad,
jugamos a un juego sin saber jugar.
Nos provocamos, nos confundimos, nos herimos.
Nos tiramos la pelota en vez de pasárnosla.
Quizá si hubiera aprendido a mirarte a los ojos.
Si tú te hubieses mirado con los míos, brillarías más.
Si yo me hubiese mirado con los tuyos, tal vez todo habría sido distinto.
Me duele la memoria de lo que no fue.
Las palabras atascadas.
Lo que nos negamos a construir:
un sitio seguro.
Nuestra relación creció en vertical,
y final se precipitó.
Aún así, ojalá volver a abrazarte.
Aún así, ojalá abrazarte por primera vez.
Ni siquiera sé si llegué a decirlo.
Tal vez sólo lo pensé muy fuerte.
Me quedé pensando en ese abrazo,
en esa primera vez que nunca tuvimos.
Nos quedamos a medias,
atrapadas en ese instante
donde el adiós debería haber sido claro,
pero se vio empañado por lo que no supimos resolver,
por las heridas que nunca cerraron.
Desdibujamos los límites de la verdad,
jugamos a un juego sin saber jugar.
Nos provocamos, nos confundimos, nos herimos.
Nos tiramos la pelota en vez de pasárnosla.
Quizá si hubiera aprendido a mirarte a los ojos.
Si tú te hubieses mirado con los míos, brillarías más.
Si yo me hubiese mirado con los tuyos, tal vez todo habría sido distinto.
Me duele la memoria de lo que no fue.
Las palabras atascadas.
Lo que nos negamos a construir:
un sitio seguro.
Nuestra relación creció en vertical,
y final se precipitó.
Aún así, ojalá volver a abrazarte.
Aún así, ojalá abrazarte por primera vez.
Comentarios
Publicar un comentario